miércoles, 23 de julio de 2008

LUIS FLORENCIO CHAMIZO TRIGUERO



Poeta extremeño, nació en Guareña (Badajoz) el 7 de noviembre de 1894 y murió en Madrid el 24 de diciembre de 1945. Su padre Joaquín Chamizo Guerrero, natural de Castuera, era de oficio fabricante de tinajas (grandes envases para la fermentación y el contenido de vinos); su madre, Asunción Triguero Bravo, natural de Guareña, es por quien le vino la vena poética a Luis. Recibió los cursos primarios en Guareña, al parecer, por el maestro Don Diego López. Muy joven frecuenta el despacho de su padre y a escondidas escribe sus primeros poemas amorosos.
El padre de Chamizo comenzó su vida pobremente. Era un hombre bueno, era un hombre valeroso. A él dedicó su hijo Luis el libro «El miajón de los castúos» El oficio de alfarero, tiene ya un hálito de creación lírica. Sobre rápidos giros del barro humedecido, que acaricia con sus propias manos, van surgiendo curvas opulentas o suaves, breves o amplias, hasta que aparece el búcaro femenino, la orza humilde, el jarrón aristocrático, sin olvidar esas tinajas de exagerado vientre sanchopancesco, donde el vino oculte néctares sabrosos, tan codiciados. De la tinaja oronda, tradicional, se pasó a la moderna cilíndrica, gracias al genio revolucionario del padre de Chamizo.
El poeta, va entretanto, creciendo en un medio familiar más agradable. Escribe. Copia la manera de hablar de sus operarios. No hemos conocido a Chamizo en estas andanzas y preparativos, donde se iba moldeando su espíritu, no en el disco giratorio del alfarero, sino en las rápidas vueltas del tiempo, donde su alma de poeta se modelaba, con el alado lodo de la palabra, en ánforas de ilusiones, hasta concebir la forma impoluta de sus poesías populares. Recitaba sus poesías admirablemente.
Se traslada a Madrid y cursa el Bachillerato que finalizará en Sevilla, donde también obtiene el Título de Perito Mercantil. A los 24 años se licencia en Derecho, acaba su formación universitaria y regresa a Guareña y se dedicó a la venta de conos, especialmente en la provincia vinícola de Ciudad Real. Después de terminados estos viajes, marchó a Don Benito de pasante con el notario D. Victoriano Rosado Munilla. Este señor conoció algunas de sus poesías y lo presentó al notable periodista y pariente suyo D. José Ortega Munilla, colaborador de A B C y de otros diarios, su futuro padrino y prologuista de El miajón de los castúos. Obra poética de Chamizo, que tanto entusiasmó al hombre de Estado D. Antonio Maura.
Chamizo escribió la poesía «Consejos del tío Perico» para acudir a unos juegos florales de Almendralejo. Tenía la ilusión de obtener la flor natural. En verdad su poesía significaba una nueva manera del decir popular, en armonía con hondos sentimientos del deber y el trabajo. La desilusión de Chamizo llegó pronto. El premio recayó en unos versos vulgares y él alcanzó un modestísimo accésit. No se hizo Chamizo cantor, nació poeta. Poeta popular. En aquellos campos de Extremadura, los días festivos, reuníase numerosos labriegos con sus familias, y, a veces, escuchaban emocionados de labios del poeta sus lirismos populares y castúos.
Colabora en el periódico "La Semana" en Don Benito y en ratos libres, inicia su "aventura" en habla castúa componiendo versos a los parajes de Valdearenales, sus gentes, y a la tierra que le vio nacer. En 1921 marcha a Guadalcanal (Sevilla) y conoce a Virtudes Cordo Nogales, bella joven, con quien contrae matrimonio al año siguiente. Tuvieron cinco hijas, Luisa, Victoria, Virtudes, Consolación y Asunción.
La carta del notable estadista don Antonio Maura, dedicada a Chamizo, es digna de reproducirse, si no toda, los párrafos más salientes: «Señor don Luis Chamizo. Muy señor mío: Llegó a mis manos hará luego veinticuatro horas, el tomo que usted tuvo la bondad de dedicarme y regalarme, titulado El miajón de los castúos. Acabo en este instante de leerlo, y con toda verdad le digo a usted que no recuerdo en muchos años lectura que me haya agradado más. He de agradecerle a usted, por tanto, no sólo la fineza del obsequio, sino el grandísimo deleite espiritual de una poesía tan caudalosa, tan ingenua, tan delicadamente sentida, tan limpia de los rancios afeites que suelen mezclarse con la vena de quienes la tengan, cuando no sustituyen, en muchos otros hacedores de versos a la vena misma. Me honrará mucho si me permite llamarle amigo y si por tal me acepta. A. Maura. 13 de febrero de 1921.»
Cuando Chamizo había alcanzado fama con el bagaje de sus poemas regionales, en la plenitud de su vida, estuvo en Badajoz, donde los amigos y entusiastas le ofrecieron una comida fraternal y, de sobremesa, recitó varias poesías. El poeta se transfiguraba al declamar. De aquel rostro de líneas elegantes surgía una voz enérgica, viril, entonando en el duro lenguaje extremeño amores y desgracias. Era un decir popular tan sincero, que realzaba el valor de sus poemas.
El 7 de abril de 1924 es elegido circunstancialmente, alcalde de Guadalcanal. Y al poco tiempo es nombrado académico de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla.
En 1930 fue homenajeado en Madrid por el estreno de "Las Brujas", acto que presidió el Premio Nobel de Literatura Jacinto Benavente. En los primeros meses de la guerra civil (1936—39) estuvo oculto en Guareña, en uno de los hornos de cocer los conos. Por las noches, visitaba a los suyos. De haber estado en Guadalcanal, donde fue alcalde durante la dictadura del general Primo de Rivera, lo hubiera pasado mal. Terminada la Guerra Civil marcha a Madrid e ingresa en el Sindicato de Espectáculos consiguiendo un sueldo por el Estado. En la calle madrileña de El Escorial, 15, da clases de declamación totalmente gratis.
El 24 de diciembre de 1945, fallece a los 51 años en Madrid. 49 años después del día de su muerte, el 7 de noviembre de 1994, (cuando se cumple la fecha del centenario de su nacimiento) y gracias al pueblo de Guareña, sus restos son trasladados al Cementerio Municipal para el resto de los siglos, cumpliéndose su deseo.

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