martes, 11 de marzo de 2008

HÖRDERLIN 71

I


Venenosa paz
la de los árboles lentos
es posible morir
de olvido y perdón
el eucalipto huele a invierno
la mimosa anochecida
amortaja
cerca el mar es una red azul
llena de muchachas carnales
veleros resucitados por el verano
los vientos
esparcen los eructos de una Europa
mediocre y feliz
borradas las estelas de los dioses diluidos
nos queda el pan y el vino
mientras agonizamos

ll

Ya se diluyeron los dioses
aquellos días en que a su luz
la realidad parecía ser propicia
ahora
el áspero fieltro del horizonte
las ruinas de los deseos
sus cascotes
de ladrillos en perpetuo derribo
todo conduce a la mediocre
ternura
por un desamparo compartido
hijos
de la ira sin padres suficientes
abandonados por el absoluto
fugitivos del paraíso
desahuciados para la rehabilitación
no venderemos el alma al dinero
ni a la Historia
¿nos bastará el pan y el vino
la entrega sospechosa de otro cuerpo
pasajero?
o la constante tentación del suicidio
esa tenaz insistencia de héroes
subempleados.

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